En el comedor del colegio, los peques del primer turno (ciclo de infantil y primer curso de primaria), sabemos que debemos hablar bajito.
Cuando las monitoras nos recogen de nuestro aula nos recuerdan que pasaremos por el “Pasillo del silencio”. ¡No hay que despistarse! Nos espera nuestro amigo “el muñeco del silencio”, y si nos portamos fenomenal podremos enseñárselo a nuestros compañeros y ponerle un nombre: Ramón, Pepino, Filomena… ¡el que tú quieras!, ¡quien lo pasee elige!
Cuando lo veas recuerda que tenemos que hablar muy bajito para que no se asuste.
Al inicio del tercer trimestre nos hemos encontrado una sorpresa. Nos visitan nuevos amigos, CALMA y TRUENO.
CALMA nos saluda cuando, mientras comemos, mantenemos la voz baja al hablar con nuestros compañeros. Pero si se nos olvida y subimos la voz, TRUENO aparece para asustarnos.
Los chicos y chicas del segundo turno ya somos mayores, pero ¡a veces también nos despistamos! Por eso las monitoras nos recuerdan de vez en cuando que debemos bajar la voz:
- Por respeto a ellas, para que puedan seguir realizando bien su trabajo, y no tengan que gritar.
- Por nuestros compañeros/as, porque todos y todas nos merecemos un ambiente más relajado. Pero sobre todo para cuidar el bienestar de nuestros amigos/as con hiperacusia (que al tener mayor sensibilidad al ruido a veces lo pasan mal), y para que nuestros compañeros/as con discapacidad auditiva, con menor ruido, nos puedan entender mejor.
Esperamos que pronto podamos tener un comedor insonorizado. Entretanto:
¡Gracias por hacer del comedor un lugar más agradable!